América Latina, 2018/ Desafortunadamente, el coctel de plaguicidas usado en la agricultura comercial moderna son la regla y no la excepción. En nuestra región, no es inusual que un cultivo sea rociado con una a varias clases de plaguicidas durante la temporada de crecimiento. Algunos se rocían mucho más. “Acumular” es una práctica común en la que los agricultores mezclan múltiples productos químicos en un solo pulverizador para maximizar la eficiencia y reducir los costos. Se supone que un plaguicida que actúa solo causa los síntomas. Cabe señalar, sin embargo, que el sentimiento general entre los investigadores es que los efectos sinérgicos son reales y peligrosos y no deben pasarse por alto al tomar decisiones finales sobre la seguridad de los plaguicidas en el medio ambiente (Mullin et al., 2010). Johnson et al. (2010) también encontraron que cuando las abejas estuvieron expuestas a prochloraz -un fungicida agrícola común- las abejas eran 72 veces más susceptibles a coumaphos, 23 veces más susceptibles a feniproximato y 1,118 veces más susceptibles a tau-fluvalinato. Creen que la clase de fungicidas que incluye procloraz es capaz de inhibir la enzima desintoxicante que normalmente protege a las abejas de los acaricidas.
Continue reading