Marcos Paz, Argentina, 12 de noviembre de 2018/ Para que podamos continuar produciendo, conservando e intercambiando nuestras semillas. Ante el avance del dictamen en comisiones del congreso nacional con vistas a la presentación, y aprobación, del proyecto de Ley sobre semillas que cercenará el derecho ancestral de agricultores /as de producir, conservar e intercambiar sus propias semillas, desde la Red de Acción en Plaguicidas y sus Alternativas de América Latina manifestamos que;
Se trata de una nueva presión de las empresas semilleras/ agroquímicas que mediante la imposición del pago por la conservación y uso de las semillas suprimen el derecho de los productores/as a atesorar y utilizar sus propias semillas.
Cuando un productor paga, una vez, por las semillas que utilizará, ya es el dueño de estas y por lo cual es quien debe decidir libremente su destino: consumo, intercambio, industrialización o reúso. Adquiere un derecho sobre ellas y no está obligado a pagar toda vez que vuelva a utilizar el producto de sus propias cosechas.No es nueva la presión de las empresas, ya que desde los años ‘90 las compañías semilleras presionaron por modificaciones en la legislación vigente, desde 1973, dado que impide la adecuación a los cambios en las normas establecidas en UPOV (Unión Internacional para la Protección de las Obtenciones Vegetales) y con ello la firma de tratados de libre comercio. La presión se intensificó durante el gobierno de Cristina Fernández, y en el actual mandato de Mauricio Macri. En ningún caso los gobiernos se animaron a defender los derechos de los productores sancionando leyes que protejan la posesión de las semillas y con ello la posibilidad de producir alimentos sanos respetando todas las dimensiones de la soberanía alimentaria y tecnológica
Desde la Red de Acción en Plaguicidas decimos no a:
– A cualquier tipo de mecanismo que genere propiedad exclusiva de las empresas, estatales o privadas, o derecho de patentes sobre las semillas
– Cualquier tipo de dispositivos relacionado con la posibilidad de impedir un libre uso de las semillas por parte de los productores
– El establecimiento de excepciones, según cantidad de hectáreas o superficie productiva, ya que las mismas pueden tornarse contraproducentes y limitar las estrategias de los productores/as
– Al establecimiento de comisiones de seguimiento de las normativas, que, con poder de policía, puedan ingresar en los predios de los productores a fin de constatar el origen de las semillas utilizadas.
Las semillas que actualmente utilizamos en nuestras huertas, chacras, unidades productivas han sido cultivadas, cuidadas, enriquecidas y ofrecidas por millares de productores desde el inicio de nuestro peregrinar en la tierra. Por ello abogamos por el respeto pleno de los derechos de los productores a establecer estrategias y prácticas que respeten los ciclos y relaciones establecidas tanto con los bienes comunes naturales como con el resto de los seres vivos. La agroecología como paradigma de vida nos permite visualizar un horizonte con interrelaciones justas, equitativas y nos da pautas y ejes para establecer el camino para lograrlo. La protección y enriquecimiento de las semillas constituye una fase impórtate de ello
Cordialmente
Ing. Agr. Ms. Sc. Javier Souza Casadinho
Coordinador regional de la Red de Acción y plaguicidas
y sus alternativas de América Latina, RAP-AL