Enero de 2024. Las semillas son parte de nuestra identidad. A lo largo de nuestro peregrinar en la tierra los seres humanos fuimos adaptándonos y modificando el ambiente. Como parte de ello fuimos observando la naturaleza, de la cual somos parte, seleccionando plantas silvestres que son la base de los vegetales que hoy cultivamos y de las cuales nos alimentamos. Entonces cada semilla guarda además de su propio ADN (información genética) el ADN de las personas, comunidades y culturas que las seleccionaron y atesoraron hasta el presente. Ver Cartilla
2-Las semillas se hallan adaptadas a nuestra cultura. Es posible definir a la cultura como el conjunto de costumbres, sueños, prácticas, cosmovisiones propias de una comunidad de personas en un territorio dado. Dentro de esas prácticas podemos incluir a nuestra alimentación. Las plantas cultivadas, las partes comestibles, los modos de preparación y las combinaciones de alimentos son inherentes a cada grupo humano.
3-Las semillas, y las plantas que originan, se hallan adoptadas al clima y a las características del suelo propios de cada territorio. Las
plantas cultivadas han sido seleccionadas en base a su capacidad de adaptación al clima (lluvias, temperaturas, duración del día) y al suelo (contenido de materia orgánica, profundidad, proporción de arcilla y arena). De esta manera el desarrollo de las raíces, la altura
de las plantas, su habilidad de competir se fueron recreando en un clima y un suelo específicos.
Cartilla Semillas: 10 Motivos para producir, atesorar e intercambiar semillas, Ing. Agr. Ms. Sc. Javier Souza Casadinho, CETAAR /RAP-AL