México: Urge una política que reduzca el uso de plaguicidas altamente peligrosos y fomente alternativas agroecológicas

Semana Internacional sin Plaguicidas

20 de marzo del 2014

Urge una política que reduzca el uso de plaguicidas altamente peligrosos en México y fomente alternativas agroecológicas

– Cofepris autoriza 42 plaguicidas que son probables carcinógenos humanos
– Están autorizados 85 ingredientes activos para uso agrícola no permitidos en la Unión Europea

México, DF. “En México se autorizan y usan plaguicidas altamente peligrosos, muchos de ellos prohibidos en otros países, como la Unión Europea, por lo que urge una política que reduzca su uso y fomente alternativas agroecológicas” declaró Fernando Bejarano, director de la Red de Acción sobre Plaguicidas y sus Alternativas en México (RAPAM) con motivo del inicio de la semana internacional sin plaguicidas coordinada por organizaciones francesas.

Los plaguicidas de síntesis química representan un peligro para la salud y el ambiente que se manifiesta no sólo en efectos tóxicos a corto plazo, y que son la base de las leyendas de precaución que contienen las etiquetas, sino en efectos crónicos de los cuales poco se advierte a trabajadores y consumidores. Por ejemplo, en México la Comisión Federal de Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) autoriza la comercialización de 42 plaguicidas (ingredientes activos) en cientos de formulaciones que están clasificados como probables carcinógenos para el ser humano según instancias internacionales (Categorías IB del Sistema Global Armonizado adoptado por la Unión Europea, la Agencia Internacional de Investigación contra el Cáncer ó la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos), y recomendados para uso agrícola por SENASICA, lo que plantea un perfil de peligrosidad muy alto e inaceptable.

En nuestro país se recomiendan para uso agrícola 85 ingredientes activos de plaguicidas que se comercializan en cientos de formulaciones que no están autorizados en la Unión Europea debido a sus efectos en la salud o el medio ambiente o porque las empresas transnacionales decidieron retirarlos por no invertir en las pruebas exigidas para mantenerlos en el mercado europeo; sin embargo, continúan vendiéndolos en los países con menos exigencias sanitarias y ambientales como México. Ejemplo de ello son el herbicida paraquat prohibido en 36 países, que no tiene antídoto, comercializado por la suiza Syngenta como Gramoxone y autorizado en México junto con otras empresas en 38 registros comerciales; el herbicida atrazina prohibido en Europa por el riesgo de contaminación de mantos acuíferos subterráneos y con 32 registros comerciales autorizados en nuestro país, incluido Syngenta. Otros ejemplos de plaguicidas altamente peligrosos no autorizados en la Unión Europea son el insecticida carbofurán de alta toxicidad aguda, considerado un perturbador endocrino y de alta toxicidad para las abejas; los insecticidas dicofol y metamidofós (27 registros comerciales en México, incluido Tamarón de Bayer) que están bajo evaluación por el Comité de examen del Convenio de Estocolmo por su toxicidad, persistencia y bioacumulación para su posible prohibición mundial.

“No hay un riesgo aceptable si se puede evitar” declaró Fernando Bejarano, y añadió “es hora de cambiar la política neoliberal que privilegia los intereses mercantiles y fomentar alternativas agroecológicas en una política de sustitución paulatina de plaguicidas altamente peligrosos para reducir riesgos a la salud y el medio ambiente en cumplimiento del Convenio sobre el Enfoque Estratégico de Sustancias Químicas a Nivel Internacional (SAICM por su sigla en inglés)”.

Además es un error que el gobierno federal esté apostando por el uso de cultivos transgénicos tolerantes a herbicidas e insecticidas tóxicos a la salud y al ambiente fortaleciendo el control transnacional sobre las semillas, cuando otros países aplicando el principio de precaución no los están permitiendo; por ejemplo, el maíz transgénico liberty link de Bayer tolerante al glufosinato de amonio prohibido recientemente en Brasil. El glufosinato de amonio es clasificado como un tóxico a la reproducción categoría 1 en la Unión Europea; o el maíz transgénico promovido por Monsanto, Syngenta, Dow, PHI (Dupont) tolerante al herbicida glifosato y/o glufosinato de amonio con solicitudes ante la CIBIOGEM; o la soya transgénica tolerante al glifosato de Monsanto. El herbicida glifosato causa daño en el material genético (ADN) y metabolismo de especies benéficas, como las lombrices de tierra y en animales como anfibios, peces e incluso mamíferos pequeños; las personas expuestas a glifosato, generalmente los agricultores, pueden presentar cuadros asmáticos, ulceraciones en garganta, arritmias cardiacas e incluso un aumento en el riesgo de padecer diabetes, arteroesclerosis y malformaciones congénitas en el caso de una exposición durante el embarazo ( ).

Recientemente Sri Lanka prohibió al herbicida glifosato del que se sospecha que forma complejos con iones de metales pesados presentes en fertilizantes y agua dura aumentando el riesgo de enfermedades renales crónicas.

La campaña de una semana sin plaguicidas es organizada originalmente por la organización francesa Génération Futures, y se viene realizando exitosamente desde el año 2005 para informar en estos primeros días de la primavera sobre los impactos de los plaguicidas en nuestra salud y en el medio ambiente y también para promover alternativas saludables. En este año participan más de 400 organizaciones en casi veinte países participantes;

Para mayor información consultar: https://www.semana-sin-pesticidas.org
RAPAM A.C es miembro de la Red de Acción en Plaguicidas y sus Alternativas en América Latina (RAP-AL) del Pesticide Action Network Internacional y de IPEN.
Para mayor información: Fernando Bejarano, Director de RAPAM; correo: coordinacion@rapam.org.mx, www.rapam.org Cel. 5541 926483


Red de Acción sobre Plaguicidas y Alternativas en México (RAPAM)
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