Argentina, marzo de 2024/ La problemática derivada del uso de plaguicidas en Argentina; una vulneración permanente de los derechos humanos. Informe presentado al Relator Especial de Derechos Humanos y Sustancias Tóxicas de Naciones Unidas del Ing. Agr. Ms. Sc. Javier Souza Casadinho, Coordinador Regional de la Red de Acción en Plaguicidas y sus Alternativas de América Latina (RAPAL). Docente e investigador Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires. Coordinador Regional de la Red de Acción en Plaguicidas y sus Alternativas de América Latina (RAPAL). Docente e investigador Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires.
Los derechos humanos tantos los civiles como los relacionados con el acceso a un ambiente sano, a un trabajo digno, a una alimentación integral, al respeto de nuestra cultura, a estar informados sobre las características de las sustancias que manipulamos en nuestras tareas cotidianas constituyen la base de poder lograr una vida plena dentro de aquello que denominamos el buen vivir. En este caso no acceder a un ambiente sano, tanto laboral como en nuestra residencia, implica que se estén vulnerando los derechos humanos. En relación a esto, los Derechos Humanos, en su dimensión de derechos civiles y políticos, por una parte, y de derechos económicos, sociales y culturales por otra, junto con los derechos de la naturaleza deberían tomarse como esenciales para generar acciones, actividades, políticas públicas que resguarden la salud socioambiental y posibiliten una vida digna.
Los Derechos Humanos han sido reconocidos progresivamente a través de la historia, como consecuencia de graves crisis de la humanidad y de luchas sociales, en demanda de mejoras en las condiciones de vida de las personas. Los Derechos Humanos emergieron para liberar a los seres humanos de toda forma de sometimiento y esclavitud. Si bien la decisión de utilizar plaguicidas puede constituir una decisión individual, no ha estado ajena a la relación con las políticas públicas y las presiones directas e indirectas de las empresas que fabrican y venden plaguicidas. En este sentido, en la Argentina una gran parte de las políticas públicas, y sus instrumentos, han favorecido y consolidado un modo de producción altamente dependiente de insumos contaminantes y que genera desequilibrios no solo en las dimensiones de la estructura agraria, sino también en otros campos sociales y productivos así como en el registro, producción, comercialización y utilización de plaguicidas. (La agroecología; su contribución al logro de los objetivos del desarrollo sostenible https://www.google.com/url?esrc=s&q=&rct=j&sa=U&url=https://www.ciea.com.ar/web/CIEA2019/doc/28-C/2_Souza_Casadinho.docx&ved)
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