Osorno, Chile, 14 de octubre de 2023. Por Martina Paillacar Mutizábal, periodista/ Colaboran: Dasten Julian Vejar, sociólogo y Constanza Mancilla, apoyo en comunicaciones. Fotografías: Martina Paillacar M./ Los impactos de las plantaciones de monocultivos de eucaliptus y pino de la industria forestal en Osorno y San Juan de la Costa, Fütawillimapu, son múltiples: la concentración de la propiedad, la sequía, la erosión del suelo, la contaminación, el riesgo de incendios forestales, la pérdida y disminución del Itrofil mongen-la interacción e interdependencia de múltiples vidas de la biodiversidad- la precarización laboral, entre muchos otros. Se trata de impactos sociales y ambientales ampliamente documentados, por evidencia e investigación científica, que se refieren a las graves consecuencias que ha tenido la implementación de este modelo económico para el pueblo Mapuche y las comunidades rurales en el sur de Chile.
Uno de los múltiples impactos del modelo forestal es la contaminación por pesticidas, agroquímicos utilizados en el marco de la expansión de la agroindustria y el extractivismo forestal en Chile, generando serios daños a las actividades económicas de subsistencia, a la economía familiar, a la soberanía y seguridad alimentaria y la vida rural en general.
En el caso de los territorios de Forrahue y Huillinco, comuna de Osorno y de Popoén, comuna de San Juan de la Costa, la indiscriminada fumigación con pesticidas mantiene en alerta a las comunidades Mapuche Williche y a las organizaciones campesinas rurales, ya que han ocurrido situaciones de intoxicación, contaminación y daños por parte de las empresas forestales en el sector.
En mayo de 2023, comunidades organizadas de Forrahue y Huillinco, territorios ancestrales Mapuche Williche de la Comuna de Osorno, denunciaban “el ecocidio por fumigación”, exigiendo la intervención de la Delegación Presidencial Provincial de Osorno, representada por Claudia Pailalef.
Ello tras la notificación de aplicación realizada a las comunidades por parte de la empresa Tripan Soluciones Forestales y en la cual se señalaba que el sector del Predio Ávila I en Forrahue sería fumigado con los pesticidas: “Aliado Forestal” (Metsulfurón metilo), “Faena FG” (que contiene Glifosato-monoamonio), “Triclón” (Triclopir-butotilo) y “Silwet” (Propilheptametiltrisilozano). Tripan Soluciones Forestales fue contratada por la empresa Forestal Vista Hermosa, propietaria de las plantaciones, que colinda con numerosos predios familiares y de comunidades Mapuche.
Así, la Comunidad Indígena Guaiquipán de Huillinco, la Comunidad indígena de Forrahue, la Asociación indígena Melileufu de Forrahue Bajo, la Apr Kvme Mongen, la Apr Huillinco, la Apr Pukoiwe, además del Centro de Padres y Club de Adultos Mayores de Forrahue, se reunieron para exigir la no utilización del cuestionado herbicida, dado los riesgos que representa para la salud humana y medioambiental, lo cual ha sido reconocido a nivel mundial.
Sin embargo, en el caso de Chile, el Glifosato es autorizado y comercializado bajo etiqueta verde, es decir, según la reglamentación vigente, se trataría de un producto que no presentaría peligros para la salud humana. Cabe destacar que en el país, la formulación de Glifosato, es decir, el diseño químico de los componentes, junto al coformulante Tallowamina polietoxilada, está prohibida para su elaboración en el país. Sin embargo, el Glifosato es comercializado ampliamente. En otros países como en Argentina, a modo de ejemplo, recientemente se prohibió el Glifosato, en Misiones al igual que en Chubut. En tanto, en algunos países de la Unión Europea, se encuentra prohibido, la Comisión Europea discute la renovación de su autorización.
Al respecto, Bernardo Rumian Lemuy, Apo Ülmen de la organización ancestral Wiñosuam, del territorio Künko, reflexiona: “Los pesticidas afectan al Machi, al Lawentufo y al lawen. Para hacer lawen, se necesitan elementos puros, por eso tanto las plantas como el agua deben estar limpias, libres de fumigaciones”.
Frente a la falta de información y de regulación de la actividad de las empresas, Rumian agrega que: “No se sabe qué químicos se están usando, no hay control, las reglamentaciones que existen son para las forestales, no hay regulación para una verdadera fiscalización. Además, hay muchas otras leyes relacionadas que no se están aplicando”. Por ello, señala que: “De forma urgente, se necesitan medidas para cubrir los vacíos legales respecto a las fumigaciones forestales”.
Foto: Martina Paillacar. Plantación forestal colindante a escuela de Forrahue
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