6 de mayo de 2024, Santiago de Chile/ Como Red de Acción en Plaguicidas, RAP Chile, y como personas, comunidades y organizaciones que estamos por la defensa de la semilla, rechazamos la resolución sobre Semilla Tradicional publicada en el Diario Oficial por el Ministerio de Agricultura del Gobierno del presidente Gabriel Boric por las siguientes razones:
1.- El intercambio de semilla está en el ámbito legal del derecho consuetudinario, que expresa los usos y costumbres de la sociedad como una norma no escrita. La resolución se refiere al derecho consuetudinario con el término “el principio de primacía de la realidad” (considerando N°11) y atenta contra ese derecho al regular los trafkintu. Los intercambios de semilla son una práctica ancestral de los pueblos originarios que en las últimas décadas se ha ido extendiendo a sectores más amplios del mundo rural y urbano. Esta resolución que los limita, no consideró una consulta pública del proyecto de resolución que hubiese permitido la participación informada y organizada de representantes de pueblos originarios y del vasto universo de quienes hoy trabajan en la recuperación de la semilla y el impulso a la agroecología en comunidades, o en huertas rurales y urbanas. Además, es una medida que contrasta con las recientes disposiciones sobre participación ciudadana en la implementación del Tratado de Escazú en Chile. Los intercambios de semilla son la base de la soberanía alimentaria y constituyen un derecho reconocido por el Estado de Chile al firmar en 2018 la Declaración de Naciones Unidas sobre los Derechos de Campesinos y Campesinas y personas que trabajan la tierra. El punto 19, letra d de esa declaración afirma el “derecho a conservar, utilizar, intercambiar y vender las semillas o el material de multiplicación que hayan conservado después de la cosecha”.
La mejor protección de la semilla tradicional es cultivarlas, reproducirlas, intercambiarlas libre y solidariamente y en armonía con la naturaleza. Pero en el lenguaje del Estado y las semilleras agrupadas en ANPROS, “proteger” es registrar, certificar, y privatizar este patrimonio colectivo y público. El gobierno actual, que se hace llamar ecológico y feminista, se ha puesto una vez más en contra de prácticas destinadas a preservar la bio diversidad y diversidad cultural y contra las mujeres campesinas y de pueblos originarios, pues ellas han estado a la cabeza del movimiento de defensa de la semilla en Chile y el mundo.
Continue reading