Julio 2024, Hopelchén, Campeche, México/ A los medios de comunicación y prensa comunitaria /Al Pueblo Mexicano; A las Organizaciones de la Sociedad Civil; A la Instituciones gubernamentales y de justicia
- En 2024 la prolongación de la sequía y los incendios forestales descontrolados en la región, afectaron gravemente a la actividad apícola, ante estos fenómenos, los apicultores de esta región realizaron un gran esfuerzo para preservar sus colmenas y apiarios.
- El embate de los fenómenos hidrometeorológicos del mes de junio, afectaron a los apicultores debido a las inundaciones y lluvias torrenciales que causaron daños en caminos y apiarios.
- Los cambios en la fenología floral de la región han retrasado la cosecha de miel en la temporada regular, lo cual ha impactado negativamente en la economía de las familias apicultoras causando pérdidas económicas considerables.
A principios del mes de julio tras el paso del huracán Beryl sobre la península de Yucatán, se activaron las alertas y sistemas de prevención ante la llegada de fenómenos hidrometeorológicos por parte de los apicultores de la región, visitando los apiarios cuyo riesgo de inundación y afectaciones por caída de árboles representó un riesgo para las colmenas.
Aun sin sufrir afectaciones por el huracán, al llegar a los predios correspondientes los apicultores notaron inmediatamente una baja considerable en las colonias y una cantidad de abejas muertas en las piqueras que catalogaron en su experiencia como una muerte masiva de abejas, encontrando algunas con síntomas claros de intoxicación por plaguicidas altamente peligrosos.
A los apicultores originarios de la comunidad de Ich-Ek, fueron visitando un total de 11 apiarios confirmando la muerte de más de 248 colmenas, lo cual representa la pérdida total del patrimonio de más de 40 años de trabajo de las familias apicultoras.
Los apicultores realizaron un monitoreo de campo en un radio cercano a los predios donde se encuentran sus colmenas, identificando un polígono de aprox. 1.5 a 3 kilómetros de distancia con un total de 13 hectáreas de chile habanero en diferentes etapas de cultivo, el cual al ser un cultivo con gran susceptibilidad a las plagas requiere de grandes cantidades de sustancias altamente tóxicas para las abejas y la biodiversidad.
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